Historia

 

Xàtiva es una ciudad histórica situada en un área donde, desde antiguo ya había asentamientos, como lo atestigua el yacimiento conocido como la «Cova Negra», con importantes restos arqueológicos del paleolítico medio.

En época ibérica ya era un municipio organizado, conocido con el nombre de Sait, perteneciente a la zona denominada Contestania, y que disponía de un comercio activo y emitía moneda propia.
La ciudad de Xàtiva, así como su área geográfica, fue pronto romanizada. Situada junto a la estratégica Vía Augusta, que iba de Roma a Cádiz, tenía la categoría de municipio de derecho latino y su nombre era Saetabis Augusta. Existía una importante industria de fabricación de tejidos de lino.
Xàtiva tuvo obispado en época visigótica, muestra de la importante población existente, lo bastante numerosa como para tener abierta una iglesia al culto. Hay conocimiento de que varios obispos setabenses firmaron las actas de los Concilios de Toledo, en el siglo VI d.C.
En época musulmana consolidó su importancia, constituyéndose en capital de Kora o distrito administrativo. En el siglo XI se estableció en Xàtiva la primera fábrica de papel de Europa.
Xàtiva se incorporó a la civilización occidental con el rey Jaime I, el 22 de mayo de 1244, domingo de Pentecostés. Dentro de la nueva organización política y administrativa, Xàtiva se constituye como «sotsgovernació dellà lo riu Xúquer fins el riu de Xixona», con un territorio que comprendía unos 500 pueblos. Era la segunda ciudad del Reino, votando en Cortes después de Valencia. En 1347, el rey Pedro IV le concedió el título de Ciudad, por su fidelidad en la Guerra de la Unión.
La ciudad fue cuna de dos papas, que nacieron en la ciudad en los siglos XIV y XV: Calixto III y Alejandro VI, los papas Borja, personajes de reconocida importancia en la política internacional de su tiempo.
Los siglos XV y XVI representan la época de máximo esplendor de la ciudad. Durante las Germanías aparece el famoso personaje conocido como «l’Encobert», figura principal en los convulsos movimientos sociales que fueron las Germanías, y en los que la ciudad de Xàtiva fue protagonista importante. En 1588 nace el pintor de fama universal José de Ribera «El Españoleto».

Xàtiva participó activamente en el conflicto sucesorio a la Corona de España, apoyando mayoritariamente al pretendiente de la Casa de Austria, el Archiduque Carlos de Austria, frente a su rival borbón, Felipe V. En 1707, su fidelidad le costaría cara al resistir duramente a los Borbones. En represalia, Felipe V mandó incendiar y destruir la ciudad, y expulsar a sus habitantes, cambiando el nombre de Xàtiva por el de «Colonia Nueva de San Phelipe». En señal de desaprobación, la ciudad mantiene en la actualidad el retrato de Felipe V cabeza abajo, en el Museo de Bellas Artes.
La ciudad es cuna de personajes famosos, aparte de los papas citados y del Españoleto, como el Diputado en las Cortes de Cádiz de 1812, Joaquin Lorenzo Villanueva y su hermano Jaime; de Francisco de Paula Martí, inventor de la taquigrafía y de la pluma estilográfica; de San Jacinto Castañeda, etc.
Xàtiva fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982, por la riqueza monumental de su casco antiguo en general, y a la significación particular de sus monumentos más emblemáticos, declarados igualmente Bienes de Interés Cultural.
Entre sus monumentos más representativos están: el Castillo, con restos de distintas épocas; la Colegiata de Santa María (S. XVI-XX); el Hospital Mayor de Pobres (S. XV-XVI); las ermitas de San Félix (S. XIII); de San José (S. XVIII) y de Santa Ana (S. XVI); la iglesia de San Pedro (S. XVII); la de San Francisco (S. XIV); la puerta gótica de los Trinitarios (S. XV), la casa natal del papa Alejandro VI (S. XVI); la Casa de Alarcón (S. XVIII) o numerosos palacios urbanos de la nobleza setabense, de distintas épocas.